externo no incluye un cambio de corazón hacia Dios, éste crea una persona satisfecha consigo misma quien, hasta ese punto, se ha vuelto un fariseo. Los cambios externos que no son el resultado de un cambio interno hacia Dios siempre alejan más a la persona del Señor. Así que el cambio que es socialmente bueno puede resultar religiosamente malo. “Pero, ¿no es bueno que la gente deje de robar a otros?” Ciertamente, y el cristiano debe apoyar las leyes que hagan más difícil robar. Pero eso no está de
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